Había una vez una hermosa princesa con un estilo un tanto peculiar, pues mientras las otras princesas penasaban en ser desposadas por un apuesto caballero, ella se imaginaba sirviendole, ellas alusinaban ser llenadas de caricias  y ella lacerada por la fuerza de un látigo que en alguna ocasión había visto usar sobre uno de los criados; en su afán de lograrlo le contó de éste gusto a una amiga pero nunca tuviern el valor de intentarlo.

Con el tiempo Leonora se había convertido en una hermosa mujer; alta y espigada, de ojos marrones y tez clara, labios pequeños y carnosos y una melena ondulada castaña clara. Tenía ya 21 años, hacía 4 años que vivía con su Madrastra y sus dos hermanastras y hacía 3 años ya que se había convertdo en su sumisa. Ésto gracias a su adorable Madrastra quien después de haber encontrado a Leonora autoflagelándose, semidesnuda y con un libro de Sade entre las manos, descubrió en si misma gran excitación, así pues, tomó la vara k la chica había estado usando y después de asestarle varios azotes, recibió de Leonora un agradecido abrazo en las piernas y besos en las manos, implorandole aún de rodillas y con los senos al descubierto, que continuara con tan deliciosa tarea.


Las dos hermanastras se dieron cuenta del cambio de relación entre  entre LEonora y su madre, así que para evitar suspicacias, fue la propia Madrastra quien les informó de la nueva situción de Leonora; una de ellas aplaudió la posición de su madre, pues era bien sabido que gustaba de los placeres femeninos, mientras que la otra hermanastra portóse indiferente pues prefería la sumisión masculina. 


Así pues la Madrastra despidió a sus doncellas personales y dió el privilegio a Leonora, quien una noche que permanecía atada ppor las 4 extremidades a dos columnas y después de 120 latigazos en el zótano del castillo, al fin mereció un nombre. La Madrastra después de desatarla see sentó en un hermoso trono que había mandado bajar para ella; se levantó falda, fondo y crinolinas, permitió que Leonora se acercara y le ordenó que le retirara las zapatillas para que le besara las plantas de los pies, los tobillos, dedos, posteriormente las pantorrillas, muslos e ingles, y después, de un sólo movimiento, la separó de sí con la intención de escuchar rogar a la princesa; Leonora lo hizo tan fervientemente que al fin le ordenó que le lamiera el púbis, la chica obedeció, inspirada en los fuetazos que le eran propinados  al mismo tiempo en sus blancas y redondas nalgas.


Todo surtía efecto, pues la habilidad de Leonora en el sexo de su Madrastra le provocaron 2 de las más extraordinarias venidas de su vida, y fue durante la segunda corrida, con las piernas en alto, las manos en los senos maduros y la furada clavada en la fusta que empalaba las maltratadas nalgas de Leonora que permanecía en un cunilingus que ambas deseaban interminable, que con voz jadeante su ahora Ama y Señora espetó: "Ya no serás más Leonora, desde hoy voy a llamarte... cenicienta".

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Animalización =^.^=

Caminé sigilosa, llevando mi juguetito entre las fauces y lo deposité en el regazo de mi Amo intentando llamar su atención, Él me miro en seguida tomando mi juguete y lo acerkó a mi haciendo k "don ratón" diera brinkitos por su pierna.

Una extraña sensación comenzaba a recorrerme al darme cuenta d k me miraba diferente, como si depronto yo, dejara de ser yo... Llevaba mis orejas nuevas, se camuflagean bien con el pelaje de la sumisa, kizá eso ayudó.

Comenzamos a juguetear con  don ratón, brinkitos por aki y por allá k me mantenían activa, mis instintos afloraban por sí mismos, mi consciencia se adormecía, lo veía todo como en una película, no pensaba en el juego, ni en el lugar, era... permitir k esa parte mía animal saliera a flote apropiandose de mis extremidades y mi cuerpo por unos instantes.

Me dejé ir, lo recuerdo todo, komo si lo viera detrás de una máscara...

Recuerdo esa gata frotándose contra la piernas de mi Amo, jugueteando con Él y con don ratón, persiguiendo  al pekeño ratón de peluche k de véz en cuando se estrellaba contra su naríz, la recuerdo trepada en el sillón, subiéndose al taburete, la miéndose las patas, sentada frente a las rodillas de mi Señor.

Mi Amo parecía cómodo con ello pues jugaba todo el tiempo, acariciaba mis orejas, mi pelaje, rascaba mi mentón, mi cabeza, mi cuello, incluso la barriga;me recostó sobre sus piernas para acariciarme, me pasaba la mano por el lomo crispando mis sentidos y mi piel y daba golpecitos haciéndome sentir especial, me llamaba "bichito"  y hacía sonar mi cascabel.

Después de un buen rato me llamó, a su gata, hasta su regazo, me kedé por sus rodillas y me hizo la seña de k subiera: "sube bichita"... Me acercó a su cara mirándome como siempre lo hace, me frotó la naríz, me abrazó y dijo, ¿ya sumisa?; y con una respiración profunda volví a ser interprete de mi cuerpo sentada sobre sus piernas.

Bxox mi Señor.

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Perdón y Gracias...

A veces pasa... no se bien komo o pork... es un momento, un instante, kizá el recuerdo d algo k debimos haber olvidado... pero aparece y jode.

¿K hace una sumisa cuando se revuelven los sentimientos y su cuerpo se baña de un orgullo inútil?

Acostumbrada a luchar mucho tiempo por mis derechos, mis gustos y ser yo más allá de todo y de todos, de pronto fuí presa de un sentimiento extraño, k pokas veces me visita, sólo una véz antes me había invadido en sesión y hoy, d nuevo se apropió de mi sin poderlo evitar.

Todo se nubla, todo se expande y se vuelve ajeno, incluso el cuerpo mismo, las mandíbulas se endurecen y la piel pareciera de alguien k no soy yo, el dolor existe pero no se puede expresar, se traga...

Reconozco el sentimiento, lo he vivido antes y en ese momento, te pido mi Señor, k me ayudes a destruirlo, k t lo lleves lejos pork está fuera de mi alcance y no lo kiero ya conmigo, tu derrumbaste ese muro y reconstruirlo sería una torpeza.

En tu mano mi cuerpo se renovó y me reconoció sumisa, se erotizó de tu aliento y me reonoció sexual, se subyugó a tu fuerza y me reconoció dócil, tu voz me reclamó como tuya y me reconocí entregada a ti...

El momento pasó encontrándome de rodillas abrazada de tu cuerpo, arrodillada frente a ti, asida con todas mis fuerzas a tu voluntad, dándome cuenta k si hubo castigo ha sido por mi bien y a favor del crecimiento k komo sumisa valoro y agradezo... 

Entonces pude ser yo misma d nuevo gracias a ti...

Mi Sr Corsario, mi entrega se vuelve mayor al darme cuenta de k eres un extraordinario hombre y Dominante... mil bxox

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Tu Muñeca

Has acariciado mi piel con las colas del flogger k yo misma madé hacer para ti, dejaste sonrojada mi piel como nunca antes lo había estado, incrementando el umbral de dolor de mi cuerpo y la resistencia de mi mente...

Has atado mis muñecas, inmovilizado mis brazos y por supuesto ideado las posiciones más estétikas y convenientes para tus propósitos con cuerdas blancas, con sedas negras, con lienzos oscuros devolviendome la libertad de ser yo misma...

Tienes mi voluntad a tus pies rendida a tus deseos y aunk no soy perfecta te esmeras para hacer d mi, tu muñeca...

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¿Cuánto cuesta un bxo?

Todos cuestan algo, si, TODOS, de una u otra manera...
Hay besos k nos cuestan el alma
Hay besos por los k damos todo y cuando llegan nos cambian la vida
Hay algunos por los k hay k luchar y luchar y luchar pero cuando los tienes se vuelven el tesoro más preciado
Hay besos k no damos con la boka, pues se vuelven propios de una mirada, una caricia o son lo más tierno y/o lascivo de nuestra naríz
Hay besos k cuestan verdades y otros k valen mentiras
Hay bxox k nos atrevemos a robar y entoncs se vuelven valiosos (tmbn cuando nos los roban)
Hay besos k nos kitan el aliento y nos regalan sueños
Hay besos con los k cuesta abrir los ojos para devolvernos a la realidad
Algunos tmbn nos desilucionan y nos damos cuenta d k no valían lo k pagamos por ellos, pero si tuvieramos la oportunidad, seguramente volveríamos a pagarlos...
Pero afortunadamente tmbn hay bxox k nos llenan d nuevos deseos y aprendemos a pagar por ellos con todo nuestro amor...


Existen besos k van llenos de nuestra libertad, nuestra sumisión y toda nuestra entrega, esos besos a veces los damos en las manos, otras en los pies y si hay oportunidad, los dejamos en los labios de ese Maravilloso Ser k se ocupa de nosotros, nos cuida, nos educa, nos disciplina y nos descubre sumisas.


Ud es ese ser para mi Amo. Mi Señor Corsario

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pd: Bxox tmbn a mi capitán (jijiji)

Sola

Sentirse sola es creer k todo lo k nos rodea desaparece, k nada hay más allá d toda ésta nada creciente, es no sentir ese beso, ese abrazo, esa cercanía de almas. Es caminar en un sendero inhóspito sin guía, sin secundo dónde le tiempo eterno se burla de mi en mi cara pork me ha visto pasar por aki tantas veces, envuelta en el mismo miedo. 

Es gritar desde el fondo del alma mientras el resto hacen oídos sordos a nuestras plegarias y ni sikiera el eko hace resonancia en las paredes acuosas prerrogando negativas mientras la fastuosidad de la desesperación nos hace cada momento más pekeños.

Sentirse sola es sentirse olvidada, rodeada de pensamientos inútiles pork de k sirven allí guardados en la locura de una mente k no se entiende ni a sí misma pero anhela ser escuchada por alguien mas, es estar cansada de tantos solilokios nocturnos y aún así no poder conciliar el sueño.

Así es cuando me siento inevitablemente sola, hundida en esta cama vacía, entre el murmullo de mi atormentada, errónea y fatídica forma de intentar ya no sentirme tan sola...

Al Marqués de Sade

Ay Marqués

Marqués

supe que

murió Usted

de una obstrucción

pulmonar;

¿me pregunto

si le habrá 

producido dolor?

Y si fue así;

¿fue de su agrado?,

¿acaso 

murió Usted

con una 

erección?

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BDSM vs Vainilla

Hoy es una d esas noches en k kiciera mandar mi vida vainilla al carajo... sinto k fingo siendo esa chika k todos creen conocer, cuando en realidad solo pienso en mejorar mi sometimiento y verme a los pies de mi Amo lo más pronto posible.
Aveces no tolero k mi vida vainillosa se muestre tan acaparadora y funcione como una especie de obstaculizador k no me permite avanzar más a prisa en el bdsm, kiciera detenerla y poder mostrarme tal cual soy, sin k a nadie le moleste o ruborice, pork estoy orgullosa de kien soy y de kien me educa como sumisa.
Kiciera sentirme tan libre como entre sus amarras y ser felíz besando sus pies  sin preocuparme de horarios, lugares, momentos y miradas ajenas k se vuelven molestas al sentirse autoridades escrutadoras de la felicidad ajena...
¿Ésto sólo me pasa a mi?
¿Es tan malo esto de sentirme incómoda en mi vida vainilla y solo ser yo misma dentro de mi relación D/s?
La luz me opaca, me vuelve ceniza, me incendia los sueños y t aleja de mi... siempre me han sentado mejor las sombras, sobre todo las k mi Amo y Señor crea al vendar mis ojos, pork ellas me ayudan a mostrarme tal cual soy: fuerte, valiente, sumisa, entregada, orgullosa de mi misma, segura, sutíl y extravagante... yo, carajo yo y no otra cosa, sin las normas de una sociedad estúpida k no entiende mi forma de ser y sentir.
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.:Todos Somos Humo:.

Siempre escribo, no puedo evitarlo, a veces la tentasión e provoca y seduce, entonces, plasmo letras k nace de la inspiración, algunas veces bdsm, otras... otras soy sólo yo...

Nada importa, nada keda ya, todos somos humo para alguien más...
Extrañas coincidencias, estúpidas respuestas, egolatras anacoretas de ekivokados mecenas, eklekticas rameras a las k pagas sin haber amado y a las k nadie paga por amar d más. Eskirlas de humo k inconscientes forman fantasmas diurnos. Todos somos humo, involuntario o voluntarioso; invaluable o sobrevaluado. Nadie se salva de tam imperioso y obsceno destino. En el horizonte te desvaneces y t vuelves nada, hasta k de una bocanada vuelves de mi aliento; primero humo, luego viento, luego nada. Así me rescatas del abismo y me llevas contigo, expulsada, mezclada con el alma de un cigarrillo, inundada en nicotina, deslizandome suavemente por entre tus labios. Pork todos somos humos alguna vez.